Monday, March 28, 2011

DIFERENCIAS PRINCIPALES ENTRE OBJETIVOS NIKON AF Y AF-S

El aspecto de los objetivos Nikon de unos años a esta parte ha cambiado mucho, así que vamos a comentaros las diferencias principales que hay entre un objetivo básico (zoom estándar de tipo AF) de hace más de 20 años y uno actual de tipo AF-S.

La compatibilidad de los objetivos Nikon antiguos con las cámaras modernas y viceversa es algo sorprendente y vamos a ver cómo estos dos objetivos tienen más cosas en común de lo que podríamos suponer (aunque también poseen importantes diferencias internas).


En la parte izquierda de la imagen tenéis el objetivo zoom que traen las Nikon de gama baja actuales. Es un 18-55 AF-S con aperturas f/3.5-5.6 respectivamente. En la parte derecha tenemos un 35-70 que data del año 1986.
Desde este punto de vista apenas se aprecian cambios: la electrónica interna y los cuerpos de los objetivos han cambiado bastante en estas dos décadas, pero lo que son las ópticas se mantienen prácticamente iguales. Se han introducido capas antirreflectantes y elementos que evitan las aberraciones ópticas, pero la forma de los elementos frontales sigue siendo básicamente la misma, porque… ¿para qué cambiar algo que funciona perfectamente?.

Diferencias en los cuerpos

Vamos a apreciar los cambios observando los cuerpos de los objetivos de lado, pues desde esa perspectiva las diferencias son bastante más evidentes:


Como veis, poco tiene que ver un objetivo con el otro vistos de lado. Para empezar el diámetro del cuerpo del 35-70 es algo más grande que el del más nuevo, aunque hay que tener en cuenta que es un objetivo diseñado para película de 35mm (o para un sensor full-frame) mientras que el 18-55 es exclusivamente para sensores DX (son 1,5 veces más pequeños que los full-frame).
Por otra parte, en el objetivo más reciente podréis ver que hay un elemento que se echa en falta con respecto al más antiguo: el anillo de diafragmas.
De hecho, el anillo de diafragmas es algo que hoy en día prácticamente se ha perdido porque de su control se encarga la propia cámara. Los modelos actuales llevan una letra ‘G’ en su nombre completo que indica que no tienen anillo de diafragmas; cosa que no influye para nada en las fotografías digitales “normales”, pero que impedirá usar dicho objetivo en el caso de emplear tubos de extensión básicos o emplearlo en una cámara analógica antigua.
De cualquier modo, a efectos prácticos, lo que se hace en las cámaras actuales con objetivos que cuentan con anillo de diafragmas es bloquearlo en su apertura más pequeña mediante un pequeño interruptor que tienen en el cuerpo y a partir de ahí manejarlo exclusivamente con el dial de la propia cámara.


También podéis ver la ventana de la escala de distancias en la parte superior del 35-70; un elemento que no está presente en el 18-55. Esta escala de distancias venía bien sobre todo para enfocar manualmente en estudio y situaciones en las que conocíamos la distancia al sujeto. Esta escala de distancias todavía está presente en los objetivos actuales, pero suele ser en modelos de gama alta, habiendo desaparecido de los objetivos más básicos para reducir costes.
Si os fijáis un poco, en el modelo más moderno hay un interruptor que conmuta entre modo de enfoque manual o automático, mientras que en el antiguo no está presente ningún tipo de interruptor de este tipo. No obstante, esto se debe a que aunque ambos objetivos son autofocus (son capaces de enfocar automáticamente según las ordenes de la cámara) el proceso lo realizan de maneras completamente diferentes como veremos en la vista de las monturas, así que luego profundizaremos en este interesante aspecto.

Diferencias en las monturas


Bien, en esta vista están las diferencias más importantes que distinguen a un objetivo fabricado hace un par de décadas de uno diseñado en la actualidad. Para empezar podéis ver que el más antiguo tenía la montura fabricada en metal y el actual en plástico; un detalle que ya deja entrever que hoy en día se hace todo lo posible para reducir costes (aunque Nikon lo justifica diciendo que el plástico es más ligero).
Sin embargo, hay detalles mucho más sutiles, así que vamos a ir viendo los dos objetivos muy de cerca comenzando por el más nuevo:


Aquí podéis ver de cerca la estructura de la montura del 18-55. Fijaos en los tres tornillos que cierran el cuerpo porque a continuación veremos una importante diferencia con respecto al 35-70. Del mismo modo, en la parte superior tenemos siete contactos metálicos encargados de la comunicación entre el objetivo y el cuerpo de la cámara (control de diafragma, distancia al sujeto fotografiado, autofocus…).
Y hablando de autofocus, es hora de fijarnos en la más importante diferencia entre un modelo antiguo y uno nuevo, pues en los objetivos AF-S (presentados en el año 1996) el enfoque se realiza mediante unos pequeños motores que van embutidos en el propio objetivo y que son los encargados de ajustar las lentes del mismo para enfocar más lejos o más cerca.
Si nos fijamos ahora en la montura del 35-70 vamos a apreciar dos diferencias importantes:


Como veis, están presentes los habituales tres tornillos de estrella para sellar el cuerpo del objetivo, pero aquí tenemos además una especie de “tornillo plano” en la parte inferior que es el encargado de modificar el enfoque. Tornillo que gira según ordene un apéndice presente en el cuerpo de las cámaras, no necesitando por tanto ningún tipo de contacto eléctrico entre cámara y objetivo para realizar esta acción (aunque sí para otras). Un enlace mecánico entre cámara y objetivo que no está presente en las réflex más sencillas de Nikon, y de ahí lo que siempre se dice acerca de que en las D40/D40X/D60/D3000/D5000/D3100 tendremos que enfocar a mano si empleamos objetivos antiguos.
Derivado de esto, si nos fijamos en la parte superior del 35-70 podremos ver que hay sólo cinco contactos eléctricos, ya que en este modelo no están presentes los correspondientes al motor interno de enfoque debido a que en este caso se realiza de forma mecánica en vez de electrónica.
Bueno, y ahora que tenemos a la vista las dos monturas vamos a mirar algunas diferencias más:
Por un lado es evidente que el desgaste de una montura plástica es superior al de una metálica. Fijaos en las marcas que ha ido dejando la acción de montar y desmontar la óptica en la cámara (la montura de la cámara siempre es metálica) porque son bastante evidentes en el caso del 18-55 mientras que la del 35-70 está como si por ella no hubieran pasado los años.
Las dos hendiduras que podéis ver en la parte izquierda de las monturas son las que sirven al cuerpo de la cámara para confirmar que hay un objetivo montado, ya que hay un pequeño pin que encaja perfectamente cuando el objetivo está correctamente colocado en la cámara.
Por último, como elemento común tenemos esa especie de pestaña en la parte derecha de las monturas. Ese elemento tiene la misión de controlar la apertura del diafragma, y como podéis ver, estaba presente incluso en objetivos que todavía contaban con anillo de diafragmas para su control. Lo que hace la cámara al variar la apertura del diafragma es mover esa pequeña leva, que en reposo (tal y como aparece en las fotografías) deja el diafragma en su posición más cerrada y en su tope superior en su posición más abierta.
De todos modos, antes de terminar esta entrada me gustaría ofreceros un vídeo que explica visualmente estas mismas cosas que habéis leído en los párrafos anteriores, esperando que os entretenga y satisfaga al mismo tiempo vuestra curiosidad.



En fin, después de este breve repaso visual a dos objetivos fabricados con más de dos décadas de diferencia os habréis dado cuenta de que aunque los dos modelos sean físicamente y funcionalmente compatibles, en su interior hay diferencias bastante notables; y es que la tecnología va avanzando a pasos agigantados aunque no nos demos cuenta.


Texto y fotos: Luis Pérez

http://luipermom.wordpress.com/

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